Algunos empleados esperan deseosos el
momento de su jubilación. Otros, en cambio, alargan todo lo posible su
actividad laboral ante la incertidumbre de qué harán a partir de entonces con
sus vidas.
Los españoles, junto con los suizos, son los
trabajadores que más tarde se jubilan, según el IV Estudio Internacional de
Jubilación del grupo Axa. Lo hacemos a los 62 años, cinco más que la media
europea (57).
Y ello a pesar de que la mayoría cree que la edad
ideal son los 58. ¿A qué se debe que nos jubilemos tarde? Cada caso es
diferente, pero casi todo el mundo habla de un enemigo común: el aburrimiento.
El truco para combatirlo está en elegir lo que
más nos gusta y aprender a planificarse.
Algunas opciones
Continuidad laboral: A veces, la empresa para la
que has trabajado puede darte la oportunidad de seguir vinculado a ella, con
alguna tarea o cargo más flexible que el anterior.
No es una mala opción. Es mucho más fácil dejar
el trabajo de forma gradual que radicalmente. Un 47% de los empleados en activo
aseguran que seguirían trabajando si pudiesen tras la jubilación.
Montar un
negocio: La jubilación es un buen momento para poner en marcha un negocio
propio, ese con el que siempre soñaste y te gustaría llevar a cabo.
Voluntariado: No hay nada mejor para sentirse
joven y útil que ayudar a los demás. Hay miles de asociaciones benéficas donde
puedes colaborar: de niños sin hogar, de discapacitados físicos o
intelectuales, de enfermos crónicos, de mujeres maltratadas, de ancianos con
dificultades de movilidad...
Cursos y talleres: Algunas asociaciones de
jubilados ofrecen cursos de fotografía, pintura, artesanía y baile, por poner
sólo algunos ejemplos. Además del propio aprendizaje, son un sitio ideal para
conocer gente nueva, de tu edad y con inquietudes similares.
Ocio: Los jubilados cuentan con numerosas ofertas
y promociones en cines, teatros, museos, centros culturales, salas de
exposiciones... aparte de los conocidos viajes del Inserso. Es un buen momento
para culturizarse por poco dinero. También puedes asistir a otro tipo de actos,
como presentaciones de libros, lecturas de poesía o concursos de parchís o
ajedrez.
Deporte: Es esencial llevar a cabo alguna
práctica deportiva para estar en forma. La actividad puede limitarse a caminar
o montar en bicicleta, pero lo ideal sería realizar un deporte concreto con
cierta regularidad: la natación, el yoga y la gimnasia de mantenimiento, entre
otras, son actividades suaves que relajan, tonifican y ayudan a mantener el
cuerpo en forma. Eso sí, conviene consultarlo antes con el médico.
Artículo Original de 20minutos.
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